¿Madrugar? ¡Uf, que pereza!
¿Llegar tarde al insti? No pasa nada, entro a segunda.
¿Estudiar día a día? Me empollo el tema la noche de antes.
¿Te suena todo esto? Estas cuestiones tienen un denominador común: te lo explicamos a continuación.
Los adolescentes tienen un problema
Es un problema que afecta a muchas facetas de la vida de los adolescentes, desde su rendimiento académico, a la vida en familia, incluso a su entorno social. El problema que tienen los adolescentes tiene un nombre, y es:
DESMOTIVACIÓN
La desmotivación en adolescentes
¿Qué factores provocan la desmotivación de los adolescentes? Uno de los principales factores es la ausencia de metas. Como padres ,madres y educadores, ¿estamos ayudando lo suficiente a ello?
Para empezar, debemos tener claro las características que deben tener las metas:
- Alcanzables: las metas deben estar en concordancia con las capacidades y habilidades del adolescente, y establecerse preferiblemente a corto/medio plazo.
- Creíbles: El menor debe verse capaz de lograrlas.
- Controlables: debe ser posible que el adolescente las alcance por sí mismo.
- Medibles. Es preferible que las metas sean cuantificables, ya sea en términos de tiempo o cantidad.
- Deseables: deben tener un objetivo que el menor realmente quiera, ya que eso influirá en su grado de consecución.
¿Cómo comenzamos a establecer metas?
Podemos comenzar creando un collage o tablón, donde plantearemos las metas propuestas y su horizonte temporal. Visualizar las metas permitirá escribir anotaciones, reformularlas y tacharlas conforme se vayan alcanzando. Verlas físicamente aumentará su motivación para lograr las metas.
Otra forma sería creando la historia del yo futuro. Haremos un ejercicio de imaginación, en el que el adolescente tendrá que realizar una proyección sobre cómo se ve en un tiempo futuro, debidamente acotado en una fecha (es importante esto último, ya que nos permitirá poner un plazo al logro de las metas). Podemos comenzar la historia planteando las preguntas ¿dónde quiero verme? ¿cómo quiero verme? ¿qué haré para llegar a ese punto? También es importante hacer una proyección realista y no idealista, para evitar frustaciones. Llegado el día previsto, se reelerá la historia y se comprobará si las metas han sido alcanzadas, en qué grado, y cuáles deben seguir trabajándose.
Que sea el menor el que establezca sus propias metas permitirá un mayor logro de estas, ya que como ocurre en otras facetas, como la mediación, cuando las propias personas toman sus decisiones y llegan a sus propios acuerdos, su grado de compromiso y cumplimiento es mayor.
Siguiendo estos pequeños trucos, fomentaremos el compromiso del menor y trabajaremos la colaboración en familia. Ambas propuestas pueden ser interesante también para los propios padres y madres, ya que cumpliendo las metas daremos ejemplo y demostraremos que es posible alcanzarlas.
Si tienes otros trucos, ¡déjanos un comentario!
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