En la mayoría de ocasiones, padres, madres, y profesionales que interactúan con los menores no son conscientes de que estos están siendo víctimas de acoso escolar, también conocido como bullying.
Detectar el acoso escolar a tiempo es fundamental para evitar futuras secuelas
El bullying puede manifestarse de varias formas de maltrato: físico, psicológico o verbal. Puede ser frecuente o espontáneo, dentro del centro escolar, o mediante redes sociales (ciberacoso).
La etapa en la que se da con más frecuencia es en la adolescencia, época en la que más cambios sufren los menores. El objetivo del acoso es la intimidación de la víctima, ejercida por una figura con poder superior a ella.
Cómo detectar el bullying
El bullying tiene fatales consecuencias para las víctimas: físicas, derivadas de agresiones, y psicológicas, infundando un terror en la víctima a volver a clase, a relacionarse, excluyéndola de círculos de amistades, entre otras.
Por ello, es fundamental para los padres, madres y profesionales conocer los síntomas que puedan descubrir un caso de bullying:
- Cambios de humor y comportamiento del menor.
- Sentimiento de tristeza, llantos injustificados y cualquier signo de decandecia.
- Pesadillas, dificultad para dormir, somnolencia durante el día.
- Falta de apetito, dolores de cabeza o estómago, vómitos.
- Golpes, hematomas o heridas.
- Se niega a acudir al centro escolar, excursiones o salidas programadas.
- No se relaciona con sus compañeros.
Ante cualquiera de estos indicios, se debe poner en conocimiento de los profesionales del centro escolar. De esta forma, se deberá iniciar una investigación en el centro que permita detectar el caso, y poner solución inmediata.
[su_pullquote]900 018 018 es el teléfono ante cualquier caso de bullying.[/su_pullquote]El Ministerio de Educación ha puesto desde el día 1 de noviembre, un teléfono para que cualquier alumno/a, padre o madre, y cualquier persona que tenga conocimiento de existencia de acoso escolar, lo notifique de forma gratuita, anónima e inmediata.